Desde tiempos antiguos, la sal marina ha sido reconocida por sus propiedades, por lo que se acostumbraba a tomar baños en los mares. No por nada la talasoterapia se extendió por toda Europa, con el fin de utilizar las propiedades curativas y beneficiosas del mar y el medio ambiente marino.
Día a día, nuestra vida puede contener elementos perjudiciales que quizás no podemos evitar, tanto el estrés como una mala alimentación son ejemplos de ello. Este tipo de situaciones son dañinas para los órganos que se encargan de depurarnos (como nuestro hígado, riñones y piel), pudiendo perjudicar nuestro proceso natural de desintoxicación.
Para ayudar a nuestro organismo, los minerales que se encuentran en la sal de mar pueden ser grandes aliados dado que contienen muchos minerales que la piel absorbe fácilmente a medida que el agua caliente abre nuestros poros.
Algunos de estos minerales son:
- Magnesio: Mejora la hidratación de la piel, combate el estrés y ralentiza el envejecimiento de la piel.
- Potasio: Ayuda a equilibrar la humedad en la piel y el cuerpo, lo cual ayuda a prevenir la retención de líquidos y contribuye a la nutrición de las células. También energiza el cuerpo y es un mineral crucial para reponer nuestro cansancio.
- Calcio: Es eficaz para prevenir la retención de líquidos y aumentar la circulación, además puede fortalecer las membranas celulares.
- Bromuro: Relaja los músculos del cuerpo.
- Sodio: Ayuda a las células a retener nutrientes y expulsar los desechos.
- Azufre: Es un desinfectante natural y es muy efectivo para combatir el acné.
Los beneficios de bañarse con ella son:
- Desintoxicarse.
- Alivio de afecciones reumatológicas.
- Relaja.
- Mejora el sistema circulatorio.
- Efectos beneficiosos sobre la piel.